Last updated on mayo 14, 2024
¿Qué es el CBD?
El CBD o cannabidiol es uno de los principales cannabinoides que se encuentran en la planta del cáñamo. A diferencia del THC, el CBD no produce efectos psicoactivos y no te dará la sensación de estar “colocado”. Sin embargo, existen numerosos estudios que demuestran sus potentes efectos medicinales y terapéuticos.
El CBD actúa sobre el sistema endocannabinoide de nuestro organismo, el cual regula funciones vitales como el sueño, el apetito, el dolor y la inflamación. De hecho, nuestro cuerpo produce sus propios cannabinoides y tiene receptores cannabinoides CB1 y CB2 listos para recibir al CBD.
Los beneficios del CBD
El CBD destaca por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias, por lo que es muy efectivo para tratar diferentes condiciones donde haya dolor o inflamación.
Varios estudios también demuestran que el CBD puede ayudar a reducir la ansiedad y promover sensaciones de calma y relajación. Esto se debe a que actúa sobre los receptores del sistema nervioso relacionados con el estrés y el estado de ánimo.
Otros posibles beneficios del CBD incluyen la mejora de trastornos del sueño, la reducción de convulsiones y espasmos musculares, y un efecto protector sobre el sistema nervioso y cardiovascular. También podría ralentizar el avance de ciertas enfermedades neurodegenerativas.
El cannabidiol presenta un amplio perfil de seguridad y es bien tolerado. Cada vez son más las personas que recurren al CBD para encontrar alivio de diferentes problemas de salud de forma natural.
Formas de consumir aceite de CBD
El aceite de CBD es una de las presentaciones más populares y efectivas de este cannabinoides. En primer lugar, porque es muy fácil de dosificar al tratarse de gotas con concentraciones prefijadas.
El aceite se puede añadir directamente por debajo de la lengua para obtener una absorción rápida a través de los vasos sanguíneos sublinguales. Esto garantiza que los niveles de CBD aumenten en el organismo en tan solo 10-15 minutos.
También se puede incluir el aceite dentro de comidas y bebidas como agregar unas gotas a yogurt, batidos o dentro de cápsulas. Otra opción interesante es añadirlo a cremas y lociones para aplicarlo tópicamente sobre zonas con dolor muscular.
De esta forma, el aceite de CBD ofrece múltiples vías para incorporar los beneficios del cannabidiol a nuestra rutina diaria. Lo ideal es comenzar con dosis bajas para ir aumentando gradualmente según la respuesta individual.
Diferencias entre CBD y THC
Aunque el CBD y el THC son los cannabinoides más abundantes en la planta de cáñamo, existen claras diferencias entre ambos compuestos:
El THC es el principal responsable del efecto psicoactivo de la marihuana al unirse a los receptores cannabinoides del cerebro. El CBD no causa dicho efecto “colocado”.
El THC puede elevar los niveles de ansiedad y provocar paranoia en algunas personas. Mientras que el CBD tiene propiedades ansiolíticas y antipsicóticas.
El THC es ilegal en la mayoría de países ya que no cuenta con aplicaciones médicas comprobadas. Sin embargo, las leyes sobre el CBD van cambiando a medida que se demuestran sus beneficios.
Cuando se consumen juntos, el CBD equilibraría los posibles efectos secundarios del THC al bloquear parte de su unión a los receptores. De esta forma, el CBD podría regular los niveles de THC en el organismo.
El CBD ofrece una alternativa mucho más versátil y segura que el THC para quienes buscan los beneficios de los cannabinoides sin los efectos psicoactivos indeseados. Esta es una de sus mayores ventajas terapéuticas.
Legislación sobre el CBD
A nivel internacional, el CBD se encuentra en una zona gris. La Organización Mundial de la Salud no lo considera una sustancia psicoactiva, pero muchos países todavía tienen restricciones sobre su producción y comercialización.
En Estados Unidos se aprobó la Ley del Cáñamo de 2018, la cual legalizó todas las variedades de cáñamo con menos del 0,3% de THC. Como resultado, la industria del CBD se disparó y existen tiendas físicas y online para comprarlo.
En la Unión Europea el CBD se considera un suplemento alimenticio, siempre que no se realicen reclamos terapéuticos sobre sus propiedades. Sin embargo, países como España solo permiten la importación pero no su cultivo ni fabilación a nivel local.
Aunque existen controversias, cada vez son más las naciones que abrazan el potencial medicinal del CBD y comienzan a regular más claramente su producción, venta e importación para garantizar su pureza y seguridad.