Porque mi gato no quiere comer y está decaído
Amigo, eso de que mi gato no quiere comer y está decaído es como una alarma silenciosa que no puedes ignorar. Los gatos no dejan de comer así porque sí. Si rechaza su comida, algo más profundo está ocurriendo. Puede ser físico, como un dolor oculto, una enfermedad, o incluso un problema dental que le dificulte masticar. Pero también puede ser algo emocional: ¿ha cambiado algo en su entorno?
Cuando te preguntas por qué mi gato no quiere comer y está decaído, recuerda que su lenguaje no es el de las palabras, sino el de los gestos y las pequeñas señales. Tal vez esté lidiando con algo que aún no puedes ver. Observa su comportamiento: ¿se esconde más de lo normal? ¿Evita moverse? Esas pistas podrían ser la clave para entenderlo.
Si no mejora pronto, no lo dudes: llévalo al veterinario. A veces, la respuesta a por qué mi gato no quiere comer y está decaído necesita la intervención de alguien que pueda mirar más allá de lo evidente. Mientras tanto, quédate cerca de él, dale confort, y hazle saber que estás ahí. Tal vez, en ese vínculo, encuentres parte de la solución.