
Los perros abren los ojos aproximadamente entre los 10 y 14 días después de nacer. Esto sucede de forma gradual, ya que al principio los mantienen cerrados para protegerse del entorno externo.
El inicio de la vida: ¿por qué nacen con los ojos cerrados?
Cuando un cachorro llega al mundo, sus ojos permanecen cerrados como una forma natural de protección. Al nacer, el sistema visual no está completamente desarrollado, y sus párpados sellados les ayudan a evitar la exposición a luz fuerte o partículas que puedan dañar sus frágiles ojos. Esto también está relacionado con el hecho de que, en las primeras semanas, dependen completamente de su madre para sobrevivir, ya que no necesitan explorar visualmente su entorno.
Durante los primeros días, notarás que los cachorros pasan la mayor parte del tiempo durmiendo y alimentándose. Este periodo de crecimiento acelerado les prepara para abrir los ojos y empezar a interactuar con su entorno. Es impresionante cómo en tan poco tiempo, los cachorros comienzan a mostrar avances importantes.
El gran momento: entre los 10 y 14 días
Generalmente, los perros abren los ojos entre los días 10 y 14 de vida. Es un proceso gradual: al principio los párpados se separan ligeramente, dejando ver apenas una pequeña línea oscura. Poco a poco, los ojos se van abriendo más, permitiendo que el cachorro empiece a percibir la luz y las formas a su alrededor. Este es un hito importante, ya que marca el inicio de una nueva etapa en su desarrollo.
Cada raza y cada cachorro pueden ser diferentes. Mientras que algunos pueden tardar hasta 16 días en abrir completamente los ojos, otros lo hacen más rápido. Sin embargo, si notas que un cachorro tarda demasiado o presenta problemas, lo ideal es consultar a un veterinario.
¿Qué sucede después de que abren los ojos?
Aunque ya puedan abrir los ojos, la visión de los cachorros sigue siendo limitada al principio. Durante la primera semana después de abrirlos, ven todo borroso y tienen dificultades para distinguir formas. A medida que pasan los días, su visión se va afinando, y alrededor de las 6 semanas comienzan a ver con mayor claridad. Es en este punto cuando realmente empiezan a interactuar más con sus hermanos y con el entorno.
Otro dato curioso es que, al principio, los ojos de la mayoría de los cachorros tienen un tono azul grisáceo. Este color no es definitivo, ya que cambiará a medida que maduren, mostrando finalmente el tono característico de su raza o linaje.
Cuidados importantes en esta etapa
Durante esta etapa tan delicada, es fundamental cuidar del entorno de los cachorros. Asegúrate de que el lugar donde están sea limpio, cálido y protegido de corrientes de aire. Evita manipularlos excesivamente, ya que aún son muy frágiles. Además, si observas secreciones oculares anormales o que algún cachorro tiene dificultades para abrir los ojos, no dudes en buscar ayuda veterinaria.
El abrir los ojos es solo el comienzo de un largo proceso de aprendizaje para un perro. Su mundo visual apenas comienza a tomar forma, pero en pocas semanas estarán listos para explorar todo lo que los rodea con una energía contagiosa y, por supuesto, con una curiosidad infinita.
Un paso clave en su desarrollo
El momento en que los cachorros abren los ojos marca un cambio significativo en su vida. Es fascinante ver cómo comienzan a reconocer figuras, explorar su entorno y conectarse más con su madre y sus hermanos. Además, esta etapa es crucial para la socialización, ya que empiezan a interactuar más con las personas y a aprender comportamientos básicos que serán fundamentales en su vida adulta.