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10 Técnicas Esenciales para Usar Fermento para Masa Madre

Last updated on noviembre 1, 2024

El uso del fermento para masa madre en la elaboración del pan de masa madre puede parecer un arte complicado, pero con las técnicas adecuadas, cualquiera puede lograr un pan delicioso y artesanal en casa. A continuación, te presentamos las 10 técnicas más importantes para trabajar con masa madre, que te ayudarán a obtener los mejores resultados.

1. Alimentación Regular del Fermento

Para mantener el fermento saludable y activo, es fundamental alimentarlo regularmente con harina para panificación y agua. La alimentación frecuente permite que las levaduras y bacterias en la masa madre se mantengan vivas y activas, lo que asegura un buen crecimiento de la masa para pan.

Alimenta tu fermento cada 12 horas si lo usas frecuentemente. Si lo guardas en el refrigerador, alimentarlo una vez a la semana es suficiente. Usa la misma cantidad de harina y agua para mantener la consistencia.

2. Autólisis: Descanso de la Masa

La autólisis es una técnica en la que se mezcla la harina y el agua, dejando que la mezcla repose antes de agregar el fermento y la sal. Este paso inicial mejora la estructura del gluten y facilita el amasado de la masa para pizza o pan.

Mezcla solo la harina y el agua, y deja reposar de 30 minutos a 1 hora. Después de la autólisis, incorpora el fermento y la sal. Esto mejora la elasticidad de la masa y facilita su manejo.

3. Plegado de la Masa

En lugar de un amasado intenso, el plegado de la masa permite desarrollar el gluten de manera más suave y efectiva. Esta técnica implica estirar y doblar la masa varias veces durante el proceso de fermentación.

Haz un plegado cada 30 minutos durante las primeras 2 horas de fermentación. Estira suavemente la masa y dóblala sobre sí misma. Este proceso mejora la estructura del pan con masa madre y atrapa el aire dentro de la masa.

4. Fermentación a Temperatura Controlada

El control de la temperatura es crucial para una fermentación adecuada. Una temperatura más cálida acelera la fermentación, mientras que una temperatura más fría la ralentiza.

Fermenta a temperatura ambiente para una fermentación rápida o refrigera la masa para una fermentación lenta, lo que intensifica el sabor del pan de masa madre. Ajusta la temperatura según el tiempo disponible y el resultado deseado.

5. Uso del Banneton para Dar Forma

El banneton es una cesta especial utilizada para dar forma a la masa antes del horneado. Ayuda a mantener la forma del pan y proporciona un acabado rústico con sus característicos surcos.

Espolvorea harina en el banneton para evitar que la masa se pegue. Coloca la masa en el banneton durante la fermentación final. Al voltear la masa sobre la bandeja de horneado, el banneton deja marcas distintivas.

6. Puntado: La Técnica de los Cortes en la Masa

Antes de hornear el pan, es necesario hacer cortes en la superficie de la masa para permitir que se expanda correctamente en el horno. Esta técnica, conocida como puntado o greñado, ayuda a controlar la expansión del pan y mejora su aspecto.

Usa una navaja o cuchillo afilado para hacer los cortes. Realiza los cortes de manera rápida y decidida. Los diseños en los cortes pueden ser simples o más decorativos, según tu preferencia.

7. Horneado con Vapor

El vapor es esencial para crear una corteza crujiente y dorada en el pan de masa madre. Ayuda a mantener la superficie de la masa húmeda durante los primeros minutos de horneado, permitiendo una mejor expansión.

Coloca una bandeja con agua en la parte inferior del horno para generar vapor. También puedes rociar agua en el horno justo antes de cerrar la puerta. Retira la bandeja de agua después de los primeros 15 minutos de horneado.

8. Fermentación Lenta en el Refrigerador

Una técnica avanzada para mejorar el sabor del pan es la fermentación lenta en el refrigerador. Este método prolonga el proceso de fermentación y desarrolla sabores más complejos.

Después de darle forma a la masa, colócala en el refrigerador por 12 a 24 horas. Este proceso se conoce como “retardo en frío” y es ideal para panes con sabores más intensos. La fermentación lenta también mejora la digestibilidad del pan.

9. Alimentación de Múltiples Harinas

Para diversificar el sabor y la textura del pan de masa madre, puedes alimentar tu fermento con diferentes tipos de harina. Harinas como la de centeno, espelta o trigo integral pueden aportar distintos matices de sabor y mejorar la actividad del fermento.

Alterna entre harina de trigo blanco y harinas integrales. La harina de centeno, por ejemplo, acelera la fermentación y aporta un sabor más profundo. La alimentación con diferentes harinas también influye en la textura del pan.

10. Monitoreo de la Hidratación de la Masa

El porcentaje de agua en la masa, conocido como hidratación, tiene un gran impacto en el resultado final del pan. Una masa con alta hidratación tendrá una miga más abierta y esponjosa, mientras que una masa con baja hidratación será más densa.

Ajusta la cantidad de agua según el tipo de harina que uses, ya que algunas absorben más agua. Las masas con alta hidratación pueden ser más difíciles de manejar, pero el resultado vale la pena. Experimenta con diferentes niveles de hidratación para obtener la textura que prefieras.